Una jornada dedicada al bienestar reunió a 47 personas cuidadoras de Paine, quienes participaron en módulos de salud física y emocional, exploraron nuevas tecnologías de autocuidado y compartieron sus experiencias en un espacio comunitario y de apoyo mutuo.
El programa Cuidando a Quienes Cuidan, en colaboración con la Municipalidad de Paine, realizó un taller de autocuidado dirigido a 47 personas cuidadoras de la comuna, en una instancia que combinó formación, tecnología, salud y un espacio para compartir experiencias.
Durante la jornada, el equipo del programa presentó el Mapa Regional de Cuidados, herramienta que permite visualizar, comprender y fortalecer la red de apoyos disponibles en la Región Metropolitana. Hasta la fecha, 4.212 entidades han sido mapeadas, tanto servicios públicos, organizaciones de personas cuidadoras, como oferta de recreación como parques, plazas, canchas, entre otras.
La instancia, también, incluyó la exhibición de videos con testimonios de personas cuidadoras de sectores rurales, quienes compartieron cómo ha sido su experiencia utilizando lentes de realidad virtual. Esta tecnología, impulsada por el programa, busca entregar espacios de relajo y desconexión para aliviar la sobrecarga del cuidado, además de reducir la brecha digital y tecnológica de las personas cuidadoras.
El taller se desarrolló a través de distintos módulos temáticos entregdos por profesionales del equipo sociosanitario del programa Cuidando a Quienes Cuidan:
El terapeuta ocupacional, Felipe Viera, entregó estrategias para prevenir el deterioro cognitivo y promover actividades que estimulen la memoria y la concentración.
El psicólogo, Santiago Valenzuela, abordó señales tempranas de desgaste emocional, junto con herramientas para identificar situaciones que podrían requerir apoyo profesional.
El kinesiólogo y Monitor Territorial, Cesare Gajardo, guió al grupo en ejercicios físicos sencillos para evitar dolores musculares asociados al rol de cuidado, reconocer molestias que podrían ser más graves y, además, animó a las y los participantes con una breve activación física que terminó en un momento de baile colectivo.
La jornada finalizó con un coffee break, donde las personas cuidadoras aprovecharon el espacio para conversar, compartir sus vivencias y fortalecer la sensación de comunidad que caracteriza al programa. Para muchas y muchos, fue una instancia para sentirse acompañados, validar sus emociones y reconocer el valor del trabajo que realizan día a día.
