En la Biblioteca Municipal de la Municipalidad de San Ramón, las asistentes de cuidado de Fundación Ronda y Cuidando a Quienes Cuidan asistieron a una capacitación para aprender prácticas de movilización, técnicas lúdicas de estimulación transversales y de contención psicoemocional, entre muchas más.
El programa Cuidando a Quienes Cuidan del Gobierno de Santiago, con el apoyo de la Municipalidad de San Ramón, realizó una capacitación para asistentes de cuidado. La instancia fue clave para fortalecer las habilidades y el bienestar de quienes entregan apoyo directo a personas cuidadoras, así como también para entregar herramientas de contención emocional.
Este servicio, provisto por Fundación Ronda y financiado por Cuidando a Quienes Cuidan, permite otorgar cuatro horas de descanso a las familias cuidadoras por semana. Además, requiere acompañamiento permanente, actualización de conocimientos y herramientas prácticas, objetivos que guiaron esta nueva jornada formativa.
José Rivadeneira, Encargado de la Oficina de Discapacidad de San Ramón y contraparte municipal del programa, destaca este tipo de iniciativas: “Las condiciones de vulnerabilidad de las personas cuidadoras conlleva harta carga emocional y de trabajo entorno a las personas que le entregan servicios. Por ende, el autocuidado de los funcionarios permite una mejor calidad de servicio, y así mejora la calidad de vida de todos”.
En la jornada, también estuvo presente Gema Espinoza, coordinadora del Servicio de Asistentes de Cuidado de Fundación Ronda; y Viviana Reyes, coordinadora del Programa Cuidando a Quienes Cuidan. Su presencia reforzó la importancia del trabajo colaborativo entre instituciones para mejorar la calidad del cuidado en la región.
La jornada comenzó con un coffee break para promover el encuentro y la contención entre las asistentes de cuidado. Luego se desarrollaron tres módulos centrales orientados a la formación en cuidados, la prevención de lesiones y el autocuidado emocional, temáticas altamente relevantes en el ámbito del cuidado domiciliario.
El primer módulo, liderado por Catalina Muñoz, kinesióloga, se centró en el autocuidado físico y la prevención de lesiones mediante ejercicios simples de movilización, posturas adecuadas y pausas activas. Estas prácticas son esenciales para disminuir riesgos durante las labores de apoyo cotidiano.
Posteriormente, el módulo de terapia ocupacional, liderado por Sanka Panes, abordó la prevención ocupacional en los cuidados. Se entregaron técnicas lúdicas de estimulación, estrategias de organización y consejos para abordar diversas condiciones de salud-enfermedad de manera integral y cotidiana. También se reforzó la importancia del autocuidado desde la disciplina para prevenir sobrecarga.
El tercer módulo estuvo a cargo de Francisca Pino, psicóloga, se enfocó en la prevención de la sobrecarga psicoemocional y el acompañamiento en procesos de duelo, considerando que las asistentes de cuidado también enfrentan emocionalmente la pérdida de las personas a quienes acompañan. Se entregaron técnicas de contención, herramientas de descompresión emocional y orientaciones para un manejo saludable del duelo.
“Estos talleres nos ayudan mucho, porque ser cuidador tiene una gran responsabilidad y carga (…). Nosotras, como cuidadoras, pasamos duelos. Entonces, estas instancias de acompañamientos son vitales para nosotras, son instancias de apoyo y además podemos hacer redes con compañeras”, dice Claudia König, una de las asistentes de cuidado.
La jornada finalizó con ejercicios de relajación y visualización, reforzando prácticas que contribuyen al bienestar integral de las asistentes.
